Nuestra Regla de Vida, el texto que nos inspira a vivir nuestra vocación de religiosos SSS, al hablar de la realidad de la muerte en nuestras vidas, afirma que: "La muerte de un hermano se celebrará como un acontecimiento pascual, en una oración llena de esperanza".
Esperanza porque profesamos la fe en Cristo resucitado, que también celebró su Pascua, venciendo a la muerte y ofreciéndonos un camino hacia una eternidad feliz. La Pascua, un paso, una experiencia que vivimos en las distintas etapas de nuestra vida, hasta el momento en que celebramos el paso final de nuestra existencia. Carlo Vassalli, nuestro sss hermano, miembro de la Familia de Saint Pierre-Julien Eymard, vive ahora su Pascua definitiva, y presenta a Dios Padre los frutos de su existencia de hombre consagrado a vivir plenamente el misterio de la Eucaristía.
La comunidad de la Curia General de Roma se ha honrado con la presencia y la misión del P. Carlo en dos momentos particulares. El primero fue como Consejero General de 1981 a 1987. Tuve la alegría de conocerle durante este período. Acompañando al Superior General de entonces, el P. Carlo visitó la Provincia de Brasil el año en que comencé mi camino vocacional en el Seminario SSS.
Su segundo periodo en la Casa Genera comenzó en 2012, cuando aceptó mi petición de asumir la misión de Procurador General y Archivero General de nuestra Congregación. Gran conocedor de nuestra historia, ha dado pasos importantes para que nuestras memorias congregacionales se archiven de manera científica. Debemos a su iniciativa el conocimiento del testimonio escrito del Padre Harrie Verhoeven, antiguo Superior General. El Padre Carlo había pedido a los antiguos Superiores Generales de la época que redactaran un texto destacando los aspectos importantes de sus períodos de gobierno en nuestra Congregación.
Su presencia en nuestra comunidad, que tiene un carácter más administrativo, nos ayudó a mantener el espíritu religioso de familia, cuando, además de las tareas ya mencionadas, era también el superior de la comunidad. Su servicio de animación de nuestra vida diaria como consagrados, a través de encuentros, retiros, oraciones y adoración diarias, salidas comunitarias, momentos de fiesta y alegría, nos ayudó mucho a mantener el espíritu de familia y amistad que crecía entre nosotros. Religioso y sacerdote, con más de 80 años, conviviendo con religiosos de entre 40 y 50 años, más jóvenes que él y de culturas muy diferentes, el P. Carlo se mostró siempre capaz de establecer relaciones abiertas, maduras y constructivas, haciéndonos sentir siempre acogidos en una verdadera comunidad de hermanos. Su sensibilidad hacia el canto litúrgico y la música en general fue siempre una puerta abierta para que nuestra comunicación tuviera la profundidad esperada por hombres que buscan vivir su consagración en la búsqueda constante de Dios.
Sufriendo la ruptura que nos impone la realidad de la muerte, nuestra experiencia de fe nos lleva a alabar al Creador por la vida y por todos los frutos de su existencia, por su familia, por su querida Provincia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, por la Congregación del Santísimo Sacramento y por la Iglesia en general. Las manifestaciones de tantos cristianos que frecuentan nuestras parroquias confirman que el que el don de su vida, sus consejos y sus celebraciones han dado fruto en la vida de muchas personas.
En los brazos misericordiosos de Dios Padre, el padre Carlo Vassalli puede encontrar ahora una acogida y una invitación definitiva a participar en la mesa del Reino definitivo. "Siervo bueno y fiel, entra y participa de la alegría de tu Señor".
25 de septiembre de 2023
Padre Eugênio Barbosa Martins, sss
Superior General
