Desde que regresé hace 20 días de nuestro histórico Capítulo General en Thu Duc, Vietnam, he recibido repetidas peticiones y preguntas para que comparta mi experiencia. "¿Qué tal Vietnam?" "¿Qué hiciste durante tres semanas?" "¿Cómo era la comida?" "¿Qué tiempo hacía?" "¿Te entendías con todo el mundo?"

Los 39 capitulares, traductores, secretarios y otros colaboradores fuimos a Vietnam para representar a nuestras diversas regiones y provincias de la Congregación. Nuestros religiosos nos eligieron para representarlos y servir a las necesidades de la Congregación universal. El Consejo General Ampliado de 2021 eligió a nuestros hermanos vietnamitas y su relativamente nueva sede provincial porque sería el 50 aniversario de nuestra presencia en este país lleno de fe. También es nuestra provincia más grande por número de miembros, tanto en términos de religiosos como de religiosas, de la Agregación del Santísimo Sacramento (¡9.100 miembros!) y de Servitium Christi. Es el único lugar del mundo donde colaboran las cuatro ramas de la familia eymardiana, ¡y conocimos a muchas de ellas! En nuestras reuniones se utilizaron varias lenguas, pero oficialmente fueron en francés e inglés durante las sesiones de trabajo.

Nos reuníamos en el centro de la provincia, junto a la muy dinámica parroquia SSS, donde las campanas nos "saludaban" cada mañana a las 4:15 horas para dar la bienvenida al día mientras la parroquia local celebraba su primera Misa/Eucaristía. A esa hora, para algunos de nosotros, era una oportunidad para trabajar en las cosas del día, como la preparación de la liturgia o los correos electrónicos y FaceTime con la gente a 12 horas de distancia. Para otros, era la última siesta antes de levantarse para un largo día, que terminaba cada noche con reuniones nocturnas hasta las 21:00 o 22:00 horas, dependiendo del comité.

Empezábamos cada día juntos en oración. Los días eran como un retiro con el ritmo y las costumbres de este Capítulo. Nos reuníamos todos en la capilla para la oración de la mañana y la misa o la exposición del Santísimo Sacramento y una hora santa en presencia del Señor. Nos trasladábamos en procesión por el patio hasta el comedor, donde disfrutábamos a diario de diversos platos vietnamitas y de otras cocinas. Muchos días, la tradicional sopa Pho era nuestra "sopa de desayuno", pero muchos también comían lo requerido por su dieta con tostadas, cereales, yogures y frutas.

Después de un breve descanso, nos reuníamos en la "sala superior" a las 8 de la mañana, la sala de conferencias del tercer nivel. Era nuestro Cenáculo para la mayoría de los capitulares "primerizos". Comenzaba con selfies diarios, maravillosas conversaciones y el compromiso de conocer las historias de los demás y la canción principal de nuestro capítulo, normalmente acompañada de un vídeo de SSS y Asociados bailando al son de la melodía. Esto nos llevó a escuchar conversaciones detalladas sobre la vida y la historia de la Congregación en los últimos seis años. Seis años difíciles en los que COVID dejó una cicatriz permanente en el mundo, en la Iglesia y en nosotros. Escuchamos informe tras informe de cada provincia, de nuestras finanzas, la formación, los miembros de la familia Eymardian, y mucho más. Escuchamos las hermosas historias del Espíritu Santo, de nuestros religiosos y laicos/clérigos asociados viviendo el carisma y haciendo viva la Regla de Vida en los lugares donde servimos. Nos hemos reunido en pequeños grupos y por regiones para soñar y esperar nuestro futuro y elegir a los responsables de las casi 200 propuestas para nuestro futuro. Las elecciones, especialmente sobre las propuestas, fueron días largos y formales. Aún así, saber que saldríamos del Cenáculo de la planta superior para cenar con espléndidas comidas en el almuerzo y la cena, para una mayor camaradería y hospitalidad, hizo que las reuniones y los complejos debates  merecieran la pena en todo momento.

También el Capítulo fue histórico, pues celebramos un día de retiro en honor del 40 aniversario de nuestra Regla de Vida. Dado que el año que viene es el año del aniversario, varios de nuestros hermanos, desde los "fundadores" de la Regla hasta los actuales comprometidos, hicieron breves presentaciones y reflexiones; merece la pena que las estudiemos y reflexionemos más en nuestras provincias y pueden encontrarse en nuestra página web.

Muchos dormían la sagrada siesta cada día para combatir el calor; quien esto escribe y otros hacían ejercicio para mover el cuerpo y el espíritu para afrontar las largas horas sentados en « duras » sillas. Continuábamos cada tarde con informes, debates y compromisos.

A las 6 de la tarde era el momento de la oración en presencia del Santísimo Sacramento en el marco de la exposición y la oración vespertina, que conducía a la cena de las 7 de la tarde, el final del día. Subir y bajar las escaleras nos ayudó a eliminar las calorías que estábamos ganando en medio de los días de 90 grados Fahrenheit (más de 32 grados centígrados) y las horas bastante húmedas. El karaoke de los sábados por la noche y el tiempo social, las pausas de los domingos para disfrutar de la cultura y la belleza del país, nos ayudaron a estrechar lazos como comunidad de fe y a disfrutar de la compañía de los demás.

Sobre todo, los novicios de 2º año de Vietnam, los postulantes, los estudiantes y los líderes de las provincias nos trataron como a reyes con atención, preocupación, hospitalidad y mucho más. Nos ayudaron a convertirnos en una comunidad de Regla de Vida durante tres semanas, que terminan con amistades para toda la vida, reencuentros llenos de esperanza y futura colaboración con las provincias, volviendo a nuestras provincias para implementar los sueños que esperamos se cumplan los próximos seis años con el Equipo General.

Por favor, comprométanse con los documentos del capítulo: se ha trabajado mucho en su preparación, y la administración anterior, especialmente el padre Joseph Binh, y es digno de elogio por su dedicación y servicio. Por favor, rezad con los documentos del retiro de la Regla de Vida y el mensaje final. Observen nuestra nueva bandera en la portada del documento. Los colores, el logo y el mensaje nos recuerdan que salimos del Cenáculo de Thu Duc hacia los confines de la tierra para continuar la obra del Evangelio y de nuestro fundador, para incendiar el mundo con nuestro carisma eucarístico. Que el buen trabajo que comenzamos en Vietnam continúe en nosotros, 868 miembros y en nuestros corazones. Revisemos y contemplemos nuestro propósito en la visión del Capítulo; ¡manos a la obra!

Padre John Thomas Lane SSS
Superior de la Provincia de Santa Ana - EE.UU.

Nota del autor: El Secretario General me invitó a compartir una breve reflexión sobre nuestra reciente experiencia en el 36º Capítulo General de la Congregación del Santísimo Sacramento.