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Viernes, 02 Marzo 2018 11:56

Religiosos SSS y laicos juntos hacia el futuro

de Daniela Baggi

 

Con ocasión del próximo Capítulo provincial de la Provincia Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, que tendrá lugar en Malmantinle, del 19 de febrero al 2 de marzo de 2018, los religiosos SSS han deseado ponerse a escuchar la historia, de la Iglesia y de los laicos con los que forman la familia Eymardiana.

Alrededor de 40 laicos, representando a todos los que, unidos en la Eucaristía, son los compañeros de camino de los religiosos SSS en su obra de evangelización, de catequesis, de promoción humana, han sido invitados a “echar una mano” en los objetivos específicos de un Capítulo provincial: verificar el camino recorrido, discernir la voluntad de Dios hoy y tomar las decisiones competentes y concretas para los próximos años.

Tengo el honor de formar parte de ese grupo que, con curiosidad, estupor, disponibilidad sincera, en un clima de alegre fraternidad, se reunió en Malmantile desde el sábado 13 de enero por la tarde a la comida del domingo 14 de enero, para entender mejor lo que es un Capítulo, la complejidad de una Provincia, el trabajo intenso de un Consejo provincial. Se trataba de un encuentro de preparación, un momento de escucha, de intercambio y de puesta en común que viviremos del sábado 24 de febrero por la tarde al domingo 25 por la tarde.

“¡Os necesitamos! Necesitamos compartir con vosotros la fe en Jesús, la esperanza en sus promesas y el Amor que nos habita y nos empuja a darle a conocer y amar por los que nos rodean, por nuestras familias, nuestras comunidades SSS, nuestras parroquias… en el territorio donde vivimos… deseamos estar atentos a vuestra experiencia, a vuestros deseos porque necesitamos vuestra competencia y vuestras capacidades para orientar nuestra mirada hacia el futuro”. Esta es la fuerte demanda que los religiosos nos han dirigido en su carta de invitación y durante ese ese fin de semana de enero en Malmantile.

Para ayudar a los Religiosos Capitulares a elaborar un Proyecto de vida para los próximos cuatro años, para llevarlo a cabo también con los laicos, se nos pidió repartirnos en grupos y prepararnos por medio de una reflexión/ un testimonio sobre el significado y la importancia que reviste la Eucaristía (celebrada y vivida) con respecto a los temas siguientes:

  1. La vida de fe personal
  2. La vida de familia
  3. La vida de las parroquias/santuarios (también de los grupos y asociaciones)
  4. La pobreza manifestada bajo sus diferentes formas (falta de trabajo-crisis económica-crisis de valores-fenómeno migratorio…)
  5. Los jóvenes: su porvenir-la vocación-las vocaciones
  6. La colaboración / compartir la vida con la comunidad vecina SSS

Durante el encuentro en febrero, tendremos que buscar lo que le pedimos a la Congregación SSS con respecto a esos temas, pero también si pensamos que sería deseable e incluso posible que existiera un “movimiento” laico de los religiosos SSS para compartir una espiritualidad (=vida de fe) que tuviera su centro en el “pan partido” (Eucaristía).

Los padres Domenico Avogadro y Maurizio Zorzi nos pidieron hablar con serenidad y en verdad, intentando ir más allá de nuestros problemas contingentes relativos a nuestras necesidades específicas para tener una visión global sobre el conjunto de la gran familia SSS, para ayudar a proyectar un “nuevo comienzo” confiando a los religiosos capitulares los tiempos y los modos para aportar respuestas y soluciones a los problemas de cada comunidad. “Os escucharemos con gozo y agradecimiento y cuidaremos lo que nos ofrezcáis. Estamos seguros que con vosotros el futuro será más ilusionante y fecundo.”

Gracias, queridos padres, por esta confianza que depositáis en nosotros… gracias por ese momento importante de intercambio y fraternidad, hecho posible gracias a la pasión profunda que todos tenemos por la Eucaristía en la que reconocemos el amor de Dios que da un sentido a nuestra vida y renueva sin cesar nuestros horizontes.

Para concluir me gustaría citar a San Pedro Julián, enamorado de la Eucaristía:

“Mientras no tengamos por la Eucaristía una pasión de amor no habremos hecho nada. (…). El que es amado debe amar. (…) el amor pertenece a la exageración. Exagerar es ir más allá de la ley. Pues bien, el amor debe ser exagerado. Uno no lo piensa, sólo se ama cuando existe la pasión, que lo sepáis. (San Pedro Julián Eymard, 31 de octubre 1867, PR 124,1).