Miércoles, 04 Junio 2025 10:09

Parroquia San Cristobal - Lima, Perú: Pascua, en el año Jubilar

La semana santa y, más específicamente, el Triduo Pascual, se enmarcaron este año en una dinámica muy especial, enriquecedora y desbordada de gracia y misericordia. Se trata de un año donde se promulga el perdón y/o las indulgencias, no desde la lógica del “mercado” o del “comercio religioso”, sino como la promulgación de la generosidad y la compasión de Dios que se da sin reservas.

El Dios que es capaz de perdonarlo todo o, como se pudiera decir coloquialmente, el Dios que es capaz de hacer “borrón y cuenta nueva”, es el Dios que celebramos en Pascua. Los días de semana santa se convirtieron en la ocasión más especial para celebrar a un Dios que se interesa por su pueblo para liberarlo, conducirlo, salvarlo. En últimas, en estos días santos se trató de celebrar a un Dios que hace historia perdonando, liberando y salvando.

El Señor Jesús es la imagen más perfecta y noble de ese Dios que ha pasado, sigue pasando y seguirá pasando para darnos esperanza a todos los seres humanos. Jesús resucitó, pasó de la muerte a la vida para vivir siempre con y en nosotros. Él murió en la cruz no para cumplir un capricho, sino para manifestar el amor más grande. Desde un amor así se puede vencer el mal, el pecado, la violencia, la muerte… En la muerte y resurrección de Jesucristo encontramos la luz de la esperanza. Esta esperanza no defrauda, como dice el apóstol. Este año del jubileo, los cristianos/as nos convertimos en peregrinos de esperanza. Es así que podemos decir que cobra sentido todo acto ritual, litúrgico, celebrativo, devocional que realizamos en semana santa. Todos estos actos nos llevan a conectarnos con el misterio de Cristo que perdona, salva y libera.

Tal vez, ese ha sido el objetivo en la Parroquia San Cristóbal, de la diócesis de Chosica, de Lima-Este: conectar con el misterio pascual de Cristo y dejarnos iluminar con la esperanza que solo él nos puede dar. De ese modo, desde el domingo de ramos hasta el domingo de resurrección las celebraciones centrales se vivieron con recogimiento, participación y sintonía por los fieles. A las personas se les vio conectados en cada momento.

Así mismo, los momentos de confesión, de visita a las familias y celebraciones por los enfermos fueron la oportunidad para encontrar y expresar el alivio y la sanación que Dios nos quiere ofrecer en los diferentes momentos de la vida. Como ya dijimos, Dios camina, hace historia con su pueblo. Es lo que se logró vivir y expresar con las procesiones que se realizaron en las diferentes zonas del territorio parroquial. Las personas se pusieron en camino como verdaderos peregrinos uniéndose a cada acontecimiento en torno a la vida de Jesús, tal vez, expresando con ello el camino que el Señor hace con todos, pues, definitivamente, no caminamos solos.

Peru 3La esperanza, que estamos llamados a buscar, vivir y transmitir, de manera especial en este año, nos enseña a estar y celebrar con los demás. Esa esperanza nos hace renovarnos en el Espíritu de la entrega y servicio. Eso fue lo que vivimos en la misa crismal, junto con el obispo diocesano y todo el clero.

Para nadie es un secreto que el mundo vive tiempos complejos. Por ejemplo, en este país, Perú, en sus ciudades y regiones, se vive zozobra por la inseguridad, delincuencia, extorsiones; la realidad política pasa por crisis y esto genera incertidumbre; lo ilegal y lo ilícito se apoderan de varios entornos y el pueblo se ve con-fundido frente a la inoperancia de las instituciones; la pobreza se ha acrecentado dejando a más personas y familias vulnerables; se destruye la naturaleza y sus ecosistemas… Ante esto, rogamos al cielo para que la Pascua celebrada y vivida se convierta en la fuente de lo nuevo que Dios quiere realizar con y por nosotros. ¡Feliz Pascua!

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Padre Alexander Espitia, sss
Comunidad de Lima

Provincia San Juan XXIII
Boletín Informativo Provincial – Abril 2025

Modificado por última vez en Miércoles, 04 Junio 2025 10:41