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Viernes, 25 Noviembre 2022 11:20

Marcha de peregrinación con el Centro de Espiritualidad Eymard de La Mure

Pilgrim 3

En un hermoso día de otoño, y bajo un sol magnífico, tuvo lugar una marcha de peregrinación de tres horas, organizada por el Centro de Espiritualidad Eymard, el sábado 15 de octubre de 2022. Se reconoce la importancia de la tierra para San Pedro-Julián Eymard. En una de las cartas dirigidas a sus hermanas, escribe : “Queridas hermanas, de vuelta de nuestro retiro en Belley os escribo para deciros que todavía tenéis a un hermano en la tierra, por supuesto, no será lo bastante ingrato como para olvidaros; al contrario, su amor por vosotras será más fuerte, porque sacará su fuerza de la fuerza de Dios” (CO 6 ; OC II,34).

La tierra recuerda la importancia de conservar la historia en la memoria. Relaciona la persona con Dios, con sus padres, y con las generaciones futuras. La tierra recuerda al hombre su deber de reconocimiento respecto a Dios, que es el Propietario, fuente de toda existencia, de un amor eterno al hombre. Él es el Autor de la felicidad, de la paz, de la prosperidad, de la libertad para toda persona que se confía a Él.

Este amor de Dios recuerda al hombre la importancia de mantener una relación personal con Él y con las otras personas, beneficiarias del mismo amor. El hombre debe imitar este comportamiento divino en su favor y ser testimonio para el beneficio de los demás. Se trata de despojarse de este don y de verterlo en los otros para más tranquilidad, prosperidad y paz para todos.

La tierra es también el lugar de sufrimiento, de dificultades. Invita al hombre a la paciencia y a la generosidad en las tribulaciones, y a la esperanza de compartir la felicidad sin fin. Se recordará de todas las dificultades vividas por la gran familia Eymard : de ésta no queda más que tres huérfanos sobrevivientes de 10 hijos, muertos todos a edad temprana, la pobreza de la familia, la cruz inherente a toda vocación, al acontecimiento de la vida sacerdotal de Pedro-Julián, la santa fragilidad de este último, el sufrimiento de las dos hermanas que se sienten solas arrancadas del afecto de su único hermano que parte para la vida religiosa.

Podemos verlo, la tierra actualiza todos los sufrimientos de las personas solas a la deriva de la sociedad : los huérfanos, las mujeres solas a cargo de muchos niños, los inmigrantes,  exilados, los enfermos sin asistencia, personas víctimas de los desplazamientos forzosos, en paso por una vida errante permanente, por las atrocidades de las guerras.

De ahí la importancia de una puesta en marcha de todas las formas de expresión, entre ellas la oración, las marchas de peregrinación, como contribución y deseo de unirse a todas las otras oraciones dirigidas a Dios, con el fin de recordar la importancia de una gestión equilibrada de recursos terrestres de la tierra, don de Dios, signo de reconocimiento, de solidaridad, de unidad, de fraternidad y de prosperidad para todos, también para las generaciones futuras.

 

Por ello estos son los deseos del nuevo año 1841 de Eymard para sus dos hermanas : “La última respuesta a todo es que para entrar en el cielo, hay que sufrir mucho en la tierra. La paciencia evangélica y la generosidad de la esposa del Salvador, he ahí, mis queridas hermanas, lo que os deseo y lo que pido, dos veces al día, a la Santísima Virgen por vosotras” (CO 16 ; OC II,49 ). Una invitación a vivir en el amor divino, el abandono y la confianza total en el Señor (cf. CO 327 ; OC II,381).

Estas eran las intenciones llevadas por los peregrinos a lo largo de toda esta marcha. Éramos veintidós peregrinos, entre ellos 6 niños que salimos de Pont du Prêtre en Valbonnais (a 20 kilómetros de La Mure). Al cabo de una hora de marcha por un sendero boscoso, donde nos hemos conocido más ampliamente los unos con los otros, nos paramos en la capilla de San Bartolomé en Verneys. Allí hemos vivido un período de oración, después hemos compartido en pequeños grupos alrededor del Evangelio del día (Lc 12,8-12). Nos hemos iluminado sobre la complicada la expresión de “blasfemia contra el Espíritu” (Lc 12,10). El Espíritu une al fiel con Cristo. Blasfemar contra el Espíritu vuelve al blasfemo contra el fundamento del amor divino, contra la salvación. Se trata del rechazo a ser perdonado. Por tanto Cristo perdona todo (cf. Papa Francisco , Misa del 27 de enero de 2015). Hemos sido invitados a desarrollar nuestro coraje de misión, con la seguridad de que “el Espíritu Santo les enseñará en ese momento lo que deban decir” (Lc 12,12).

Pilgrim 2

Seguidamente, el pequeño grupo continuó su marcha hasta la iglesia de Valbonnais. Allí confiamos al Señor nuestras intenciones personales, en especial por los que atraviesan dificultades. Hemos recitado una oración de confianza de Santa Teresa de Ávila, en este 15 de octubre, día de su fiesta litúrgica :

“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta, solo Dios basta”

Y antes de despedirnos, hemos sido invitados a meditar estas palabras de San Pedro-Julián Eymard :

“El Espíritu Santo es un espíritu de verdad. Los Apóstoles son la luz. Jesucristo les dijo : vosotros sois la luz del mundo [Mt 5,14]. Y ellos fueron a propagar esta luz divina hasta los confines del mundo y esta luz apostólica luce todavía en todo su esplendor : Una luz que no se apagará jamás [Si 24,6 Vulg.]. Y esta luz, es la verdad que los Apóstoles predican y esta verdad es la fe en Jesucristo, en sus misterios. Y el mundo ha creído en la palabra del Apóstol y ha creído incluso en los misterios. Es por lo que esta palabra evangélica es tan poderosa : la palabra de Dios es viva, eficaz cómo una espada afilada [cf. He 4,12]. Es la palabra del Espíritu Santo que derriba los cedros del Líbano, el orgullo humano, y lo derriba a sus pies.

Es la palabra de gracia y de verdad [Jn 1,14]. Y nadie no recibe esta verdad, esta gracia si no por el sacerdote, que es el ministro de la fe, asi es […], la fe nace de lo que se oye decir [Rm 10,17], y ¿cómo creer sin que nadie lo proclame? [cf. Rm 10,14].”

(Predicaciones - PG 165,4 ; OC X,196).

 

Señor François Roland
Secretario del Departamento de los Amigos del Padre Eymard
Centro de espiritualidad Eymard, La Mure

Modificado por última vez en Viernes, 25 Noviembre 2022 11:26