Viernes, 04 Noviembre 2022 09:32

“Volvamos al sabor del pan” por una Iglesia eucarística y sinodal XXVII Congreso Eucarístico Nacional Italiano en Matera 22-25 de septiembre de 2022

La ciudad de Matera, aún siendo una de las ciudades más pequeñas de Italia, ha acogido la celebración del XXVII Congreso Eucarístico Nacional Italiano. Estos últimos años, Matera ha pasado de ciudad de “vergüenza nacional” a “patrimonio de la UNESCO”, “Capital europea de la cultura”, y en fin, la ciudad del “Congreso Eucarístico Nacional”.

Esta elección ha estado motivada por una tradición, la del pan, que en clave eucarística, permitió leer y vivir el Congreso.

A su modesta manera, Matera ha lanzado su invitación : “Venid alejaos, a un lugar solitario y descansad un poco”(cf. Mc 6, 31), venid y maravillaos y redescubrid el silencio que resuena y habita en las antiguas grutas de piedra, venid a reencontrar el sabor del pan cotidiano y del pan eucarístico.

Alrededor de 1800 personas, entre ellos obispos, delegados y peregrinos, representantes de las diócesis y regiones de toda Italia, han respondido a la invitación.

El Congreso eucarístico de Matera se ha concebido como una etapa contemplativa del camino sinodal, el de una iglesia a la escucha de las señales de los tiempos, de las voces de las diferentes realidades de la comunidad cristiana.

Las jornadas del Congreso se han desarrollado en el espíritu de la sinodalidad. Los participantes, repartidos en diez parroquias de la ciudad, han celebrado la Eucaristía, escuchado la meditación realizada en la Catedral, y luego, después de un tiempo de reflexión personal, han podido intercambiar sus experiencias en pequeños grupos. Al final de la jornada, tenía lugar el compartir, la acogida de un testimonio y la comida.

El eslogan del Congreso, “Volvamos al sabor del pan”, se reveló rico en ideas suscitadas por la simbología bíblica, humana, terrestre y espiritual del pan.

Conducidos por la mano del obispo de Mantua, Monseñor Gianmarco Busca, hemos vivido el viaje del pan, pasando del mesa en mesa.

El pan es el fruto de la tierra, la mesa de la creación nos lo ofrece. El pan nos recuerda la mesa de la casa, de la vida juntos, donde se aprende el arte de las relaciones auténticas. El pan nos conduce seguidamente a la mesa del altar donde se encuentra Cristo que acoge a cada hombre y se hace perdón, alimento, don de amor para hacer de todos los hombres un solo cuerpo. La mesa del altar se inclina sobre la mesa del mundo, el pan es el pan de la compañía (del latín cum - panis) y del servicio. Alimentados por el pan del altar, aprendernos a sentarnos a otras mesas, las de todos los dominios donde el hombre vive, lucha, sufre, se alegra. Pero la mesa del altar se proyecta también sobre la mesa del Reino, el pan se convierte en un deseo impaciente del abrazo final, de esta mesa donde el Hijo del Hombre ceñirá su vestidura y vendrá a servirnos. Es la mesa contra el drama de la muerte, donde se nos da el pan “súper sustancial” que da sentido y sustancia a cada aspecto y a cada instante de nuestra vida humana.

CEN via crucis

 

CEN processione

El secreto de este viaje reside en el hecho de jamás separar las mesas y que quede claro que la mesa del altar es el paso crucial.

Este bello viaje de mesa en mesa se ha confirmado por la profesora Giuseppina De Simone, que ha hablado de las conexiones entrelazadas entre la historia del pan y la historia de la humanidad. El pan atraviesa los siglos y el tiempo, y es en el gesto de Jesús como es recogido y transfigurado. El pan sacramental, eucarístico, nos fija en la relación con Dios que es el fundamento de todas las relaciones. La Eucaristía es la que hace posible la realización de la comunión eclesial, nuestra existencia como iglesia.

En la parada contemplativa de Matera, los problemas del mundo contemporáneo, la reanudación difícil después de la pandemia, la guerra de Ucrania, las dificultades económicas de las empresas y de las familias italianas, y los que llegan a nuestras costas, siempre han estado presentes ante la Eucaristía.

Con el sabor del pan, hemos encontrado el verdadero sabor de la liturgia y de la vida, la belleza de la Eucaristía, de la Iglesia, de la comunidad eclesial, que lleva al altar las alegrías y las necesidades de la vida cotidiana, que escucha la Palabra y parte del pan y cuida de los pobres.

El tiempo ha acompañado al Congreso, y nos ha permitido desplazarnos a pie y así conocer mejor la ciudad de Matera. Una gran felicitación a la organización y un gran agradecimiento a los voluntarios que como los ángeles de la guarda, estaban siempre prestos en el momento adecuado

CEN messa conclusione

El Congreso ha tenido su apogeo el domingo con la presencia del Papa Francisco. Alrededor de 12/13 mil personas han llenado el estadio de Matera.

El Papa Francisco, inspirándose en la parábola del rico y del pobre Lázaro, ha recordado con energía que el pan que Dios nos da no es siempre compartido en la mesa del mundo, que no siempre tiene el perfume de la comunión y que no se parte siempre en beneficio de la justicia. Ha invitado a todo el mundo a convertirse : de la indiferencia a la compasión, del derroche a compartir, del egoísmo al amor, del individualismo a la fraternidad.

Las Iglesias en Italia retoman su camino con un poderoso mensaje que tiene su punto de partida en lo vivido diariamente. Tenemos necesidad del pan, el de nuestra humanidad y el de la Eucaristía, para afrontar el momento histórico, difícil y doloroso. que viven nuestras generaciones. Precisamente en este momento es más que nunca, necesario recomenzar a partir el pan de la solidaridad, de compartir, de redescubrir el sabor del pan para ser apóstoles de la fraternidad y ser pan de ternura y de misericordia, pan de esperanza y de alegría para todos

 

Padre Manuel Barbiero, sss
Superior Malmantile

Modificado por última vez en Viernes, 04 Noviembre 2022 09:44