Esta festividad ha tenido tres momentos: los preparativos, la Eucaristía y el almuerzo compartido, y tuvo lugar el domingo 31 de julio de 2022.

1 - Los preparativos

Todo comenzó el 22 de julio con una Novena de oración a San Pedro-Julián Eymard. En la preparación de la festividad litúrgica de San Pedro-Julián Eymard, y con el deseo de profundizar en el misterio de la Eucaristía, fuente y eje de la vida cristiana, el Centro de Espiritualidad San Pedro -Julián Eymard de La Mure, propuso a los fieles una Novena a San Pedro-Julián Eymard. Contiene los bellos frutos del Espíritu Santo recogidos y presentados en los distintos documentos de la Iglesia y en las meditaciones de nuestro fundador.

En el corazón del desarrollo de cada día de la Novena, que corresponde al de la celebración eucarística : los ricos pensamientos de Pedro-Julián Eymard seguidos de un tiempo de silencio, los temas de los documentos de la Iglesia que actualizan el mensaje del Padre Eymard, las oraciones que conducen a los fieles al corazón del carisma eucarístico recibido por Eymard. El celebrante del día, en la homilía, presentaba la articulación entre estos diferentes elementos con el fin de permitir a los fieles apropiárselos.

Una jornada de marcha y de oración sobre la Eucaristía, fuente de paz y de reconciliación, tuvo lugar el jueves 28 de julio último. La marcha de 20 personas y de una veintena de kilómetros partió y llegó a la Capilla Eymard de La Mure. El recorrido estuvo jalonado de múltiples paradas, entre ellas las Tres Cruces, Serbouvet -Saint Honoré, la cruz de l’Ourme, Villard Saint Christophe, lugar de la celebración eucarística seguida de un pic-nic, Pré-Sabot, Tors-Chapelle, Capilla De San Pedro-Julián Eymard. La Misa del viernes 29 de julio fue seguida de una vigilia de oraciones. Por último, el sábado 30 de julio tuvieron lugar visitas guiadas a los lugares eymardianos de La Mure : la Casa natal, la Capilla y el Museo.

2 - La Eucaristía, fiesta del pueblo, familia de Dios

San Pedro-Julián Eymard decía que la Misa, es la fiesta alegre de la de la fraternidad que podemos hacer durar para siempre. Alrededor de 250 fieles se reunieron el domingo 31 de julio en la única celebración eucarística de esta fiesta patronal de la Parroquia. El padre Yvan Bruent, Vicario general de la diócesis de Vannes, presidió esta celebración. Estuvo acompañado por 8 sacerdotes : dos de Notre Dame de La Salette, seis de la Congregación del Santísimo Sacramento, dos de los cuales de Colombier Saugnieu y los de La Mure y dos diáconos. La asamblea estaba formada también por personas venidas de diferentes partes de la diócesis de Grenoble y de Francia, entre ellas las religiosas de Notre Dame de la Salette y la señorita Ellen Kleinpenning de Países Bajos.

La homilía del Padre Brient se puede resumir así : “la Eucaristía es un lugar de “comunión entre todos nosotros”, “con Cristo”, “que sorprende”. Propuso estos tres aspectos como expresiones de amor de la Eucaristía del Papa Francisco y De San Pedro- Julián.

Participar en la Eucaristía es tomar conciencia de la unión fraternal que une a todos los hijos de un mismo Padre, y elimina en todos toda actitud de exclusión, de división, y todo prejuicio. Se trata de tener una pasión por Jesucristo Eucarístico, buscando, por su gracia, rezar, pensar, reaccionar como Él, en resumen ser “cristificado”. Saber maravillarse consiste en abandonar todo odio, rencor y buscar las grandes alegrías del Cielo.

3 - El almuerzo compartido, la otra vertiente de la festividad

San Pedro-Julián Eymard decía que por la Misa tomamos conciencia de ser todos hermanos de la misma familia. Se come en la misma mesa, se tiene el mismo Padre que está en los cielos. Después de la Misa, los cristianos se reunieron alrededor de un vino y de una comida compartida con los alcaldes de La Mure y de Ponsonnas (ciudad próxima a La Mure), para sellar su amistad y su deseo de llegar a ser una misma comunidad fraternal. Los cristianos habrían oído esta instrucción del Santo Patrono de su parroquia : “Ley de honor, de caridad. Jesucristo quiere que se honre, que se ame a sus hermanos, y por ello, se personifica en ellos, y les reúne. El niño que ha comulgado es grande, el servidor, honorable” (PO 8,5).

Por el Centro de Espiritualidad San Pedro- Julián Eymard,
Padre Thaddée Mupapa, sss
Superior, La Mure, France