La misión sacramentina entendida ampliamente desde la Eucaristía nos recomienda estar en sintonía constante con la realidad vivencial de los más pobres y vulnerables de la sociedad. En virtud de la semana eucarística llevada a cabo en la comunidad de la Casa Vocacional del 29 de agosto al 02 de septiembre de 2021 sobre el tema “Eucaristía vínculo de la caridad y de la fraternidad”, se ha propuesto realizar una acción concreta de esta actividad pastoral.

Atentos a la propuesta de la Iglesia universal para el mes de octubre la comunidad realizó una actividad misionera y de acción caritativa para con los pobres del Barrio el Codito, localidad Usaquén - Bogotá. Se ha compartido unos sesenta (60) mercados y unas veinte (20) bolsas de ropa con los habitantes de dicha comunidad.

Esta actividad permite acercarse a la realidad vivencial de esta comunidad con su vulnerabilidad de pobreza extrema, sin agua potable ni baños, escasez de comida, y la lucha constante para conseguir el pan diario. La aproximación a este contexto sociocultural dentro de la capital colombiana remite a un pensamiento del fundador:

La Congregación del Santísimo Sacramento es la primera orden religiosa, la primera de todas, y debe tener la más bella misión, a saber: todo aquello que se tiene de miserable, de más vicioso, todo. Piensan que cuando nosotros los llamamos de marginalizados, no podemos ir más abajo. Nosotros tenemos que imitar a Jesús en su misión de acoger a los pobres y marginalizados. Yo les digo a ustedes, aunque no somos suficientemente numerosos aún, ahí está nuestra misión ya encontrada. (cf. PS 381,2)

No se imaginaría una realidad tan caótica e inhumana en una gran ciudad como Bogotá sino en ambientes más lejanos como los departamentos de Chocó, La Guajira entre otros en sintonía con los medios de comunicación.

Aunque se vive en pleno S. XXI con bellas propuestas políticas relacionadas a la democracia y la innovación social pero la situación vivencial de los más pobres trae unas realidades de pobreza extrema y la injusticia en el mundo actual. Esto lo denuncia constantemente el Papa Francisco: “Los elevados niveles de pobreza, son el indicador más claro, de la injusticia distributiva que rige en el mundo y las fallas que nosotros hemos tenido en la implementación de los derechos más elementales” (Discurso del Papa Francisco dirigido al comité panamericano de Jueces por los derechos sociales y la doctrina Franciscana).

Ojalá que no quedemos de puros observadores con unas reflexiones homiléticas acerca de la Eucaristía pero que no alcanzan la vida en actos concretos. Urge ir más allá de la dimensión litúrgica de la Eucaristía y abarcar toda la amplitud de la misma desde la perspectiva social y vivencial de los seres humanos.

9 de noviembre de 2021

Padre Elibien Joseph, sss