Una Actualización Histórica
Fundada en Francia el 13 de mayo de 1856, la Congregación del Santísimo Sacramento se encuentra actualmente en los cinco continentes del mundo. Sostenida y guiada por la gracia del Espíritu Santo, a pesar de vientos y mareas, esta institución eclesial continua ofreciendo la buena nueva de Cristo al mundo a través de su especificidad que es la Eucaristía, siguiendo los pasos de su amable fundador, Pedro Julián Eymard.
Además, ante la imposibilidad de la Provincia de Nuestra señora del Santísimo Sacramento y los Santos Mártires Canadienses, el Superior General, Reverendo Padre Eugênio Barbosa Martins, y su consejo, han recurrido a la Conferencia Africana para proporcinar religiosos para esta misión. Esta preocupación africana responde bien al deseo del 35º Capítulo General de ver, cuando sea posible, el establecimiento de comunidades interculturales para la sostenibilidad de nuestro carisma. Así, bajo los auspicios de la Conferencia Africana (CA) y el Consejo General, la Provincia Beato Isidore Bakanja, autoridad canónica de la misión, la Provincia de Nuestra Señora de África y la Región Cardenal Emile Biayenda proporcionaron personal a esta nueva comunidad parroquial. Y fue el 1 de noviembre de 2020, fiesta de Todos los santos, que esta nueva comunidad africana recibió canónicamente la parroquia de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento y los Santos Mártires Canadienses.
Sobre la Instalación del nuevo párroco
Tras la toma de posesión canónica de la parroquia, no fue hasta cinco semanas más tarde, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, el 8 de diciembre de 2020, cuando uno de los obispos auxiliares de Roma, a cargo de la parte norte, Monseñor Guerino Di Tora, vino a instalar al nuevo párroco, el reverendo padre Nicaise Milandou. La celebración eucarística comenzó a las diez y media de la mañana, hora de Roma. Antes de la propia ceremonia de instalación, cabe señalar que en su homilía, el obispo Guerino Di Tora destacó dos aspectos del Evangelio del día: el miedo que se había apoderado de María y su disponibilidad por su “SÍ”.
El miedo, dijo Monseñor, hizo que María vacilara, dudara. A veces nos pasa: dudamos de nosotros mismos para comprometernos y aceptar responsabili-dades. Pero necesitamos fe para trascender esta duda; el Sí de María hizo posible lo imposible. Por tanto, estamos llamados a mostrarnos disponibles, como lo hizo María. Con fe dijo: “Yo soy la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”. Comprometámonos, pidió, seamos disponibles y maleables a la voluntad de Dios. Finalmente, invitó a los fieles a estar disponibles para acoger y trabajar en colaboración con el nuevo párroco y con todo el equipo sacerdotal. Luego, continuó la ceremonia de instalación del párroco. Los momentos esenciales que caracterizaron la instalación: el rociado e incensado del altar y de los fieles, por parte del nuevo sacerdote, su profesión de fe y, finalmente, la toma de posesión.
Al final de la celebración eucarística, se dio la palabra, en primer lugar, al Superior General, quien agradeció al Santo Padre Francisco y a su auxiliar el Cardenal Angelo de Donatis, a Mons. Guerino Di Tora, presidente de la celebración, a la Provincia Nuestra del Santísimo Sacramento, en la persona del Padre Maurizio Zorzi, ex párroco, al nuevo párroco por su disponibilidad, y a todo el nuevo equipo presbiteral. Afirmó, además, que “esto se enmarca en la respuesta a nuestra misión eucarística. Inspirado por el 35º Capítulo General que nos abre a la interculturalidad, el Consejo General se compromete a confiar esta parroquia a los asentamientos africanos”. También instó a la comunidad parroquial a colaborar con el nuevo equipo, trabajando en sinergia. Después del Superior General, llegó el turno del sacerdote. Agradeciendo a Dios, señor del tiempo y de las circunstancias, el párroco se comprometió a trabajar en equipo con sus colaboradores, e invitó a los fieles a esta misma colaboración. Finalmente, el Padre Flavio, vicario saliente, tomó la palabra para dar las gracias.
Tras la celebración eucarística, la Comunidad de la Curia General ofreció una comida. Así, las dos comunidades han mostrado su voluntad de caminar juntas para ayudar a la nueva comunidad a encajar en su misión. La comida terminó con la degustación de un vino y la toma de fotografías de recuerdo.
Padre Serge Itoko Mundele, sss