Viernes, 04 Septiembre 2020 20:46

A propósito del centenario de la presencia educativa Sacramentina en Argentina

Por increíble que parezca, muchos miembros de la Familia Carismática Eymardiana pueden desconocer la existencia en el interior de la Congregación del Santísimo Sacramento de obras netamente educativas. Pero por la antigüedad de muchas de esas fundaciones podemos tener una idea de lo que ha representado a la Congregación haber comprendido que la Eucaristía dialoga muy bien con el universo de la pedagogía.

No había pasado veinte años que los Sacramentinos habían decidido asumir una expansión continental por el Nuevo Mundo y observaron que, a igual con lo que sucedía en Europa, era necesario tener lugares adecuados para ofrecer a la juventud la oportunidad de bien formarse a la luz de la Eucaristía según la especificidad del carisma Eymardiano.

Aunque la erección canónica se haya dado solamente en 1937, luego de la desvinculación definitiva de la Comunidad de la capital Buenos Aires, apoyándonos en los registros históricos disponibles hasta el momento, consideramos la fecha marco de 15 de agosto de 1920 como la fundación del Cenáculo Argentino presente en la ciudad de General San Martín.

Vale recordar que en ese período los Sacramentinos experimentaban los sufrimientos que la Primera Guerra mundial impuso a todo el Continente Europeo. En su momento, casi mitad de nuestros Religiosos estaban conscriptos, incluso en frentes de países opositores. Tuvimos la rutina de nuestras Comunidades interrumpidas, muchos Religiosos fueron heridos y hemos llorado la muerte de 18 de ellos.

Curiosamente, hace cien años, los Sacramentinos conocieron bien lo que fue los sacrificios de una pandemia. Ellos vivieron las dificultades de convivir con la alta mortalidad de la Grippe Española. Incluso al estar en Buenos Aires, a las puertas de compraren la propiedad de General San Martín, tuvieron que lidiar con ese mal que en la pequeña Argentina de entonces mató más de 14 mil personas.

Por consiguiente, las dificultades de enfrentar la guerra y una pesada pandemia no impidió a la Congregación de soñar y poner sus fuerzas en la construcción de una casa de educación que atendería a las familias pobres del país. La decidida expansión de los Sacramentinos se dio en medio a las limitaciones propias del momento pero siempre con una inequívoca decisión de ampliar las fronteras eucarísticas injertándose de manera organizada en la educación de la juventud. Conforme decía el Superior General de la época, P. Eugène Couet: Si la Congregación ha de vivir, debe tener sus Jovenados [Juvénat], sus Noviciados y sus Escolasticados. Hay muchas indicaciones de que la Voluntad del Señor es que todo eso se organice definitivamente en el Instituto (Evers, Le T. R. P. E. Couet, 45).

El Religioso Sacramentino que lideró el grupo fundador en General San Martín fue el P. Enrique Jausion. Él ya tenía experiencia de trabajar en el área educativa tanto en Francia como en España, luego de vivir como refugiado en Bélgica y también en el País Vasco, fue transferido a Buenos Aires para dirigir una revista de circulación nacional y termina por coronar su vida como Religioso abriendo el entonces nombrado Jovenado del Santísimo Sacramento.

Centenario Colegio Eymard SM 3

El Colegio Eymard, como hoy es conocido, siempre llevó el título de Escuela Apostólica del Santísimo Sacramento, indicando que su misión era formar personas que actuarían en la sociedad como Apóstoles de la Eucaristía. En otras palabras, por su formación nuestro alumnado sembraría en el Sur del Continente Americano la Fraternidad, la Oración y el Servicio por haber testimoniado desde su proceso de aprendizaje que esa es la fórmula de vida para todo aquel que es tocado por la llama eucarística.

Sabemos que el Colegio Eymard ha tenido diversos formatos a lo largo de esos 100 años. De un Jovenado masculino a escuela mista con títulos oficiales, de Noviciado a polo de educación remota en ese año de pandemia. Total, siempre con una continuidad que unifica todos los momentos de su historia: el ingenio de educar a la juventud según la especificidad del carisma Eymardiano.

Como Familia Carismática Eymardiana, no podemos desconocer nuestra labor educativa bajo el precio de despreciar la variedad y riqueza del apostolado eucarístico. Quizás ese centenario sirva como un recuerdo de lo que el último Capítulo General constató: actualmente nuestra Congregación moviliza más de 8 mil alumnos con sus consecuentes familias, además de tener algunos centenares de Colaboradores directos e indirectos. ¿Será que no es hora de mejor conocer esa ya centenaria tradición congregacional presente en tantos países?

27 de julio de 2020

Por los Sacramentinos de General San Martin:
Hermano Gilton Ferreira de Holanda, sss