Animada por Sor Josée Ngalula, profesora de la Universidad Católica del Congo, del Instituto San Eugene de Mazenod y miembro de la Congregación de las hermanas de San Andrés, nuestro retiro tuvo como tema: “Permitir a Jesús inflamar mi corazón en el camino de Emaús, Lc 24, 13-36”.
Para llegar a entender ese tema, el paso primordial es afrontar y precisar el contexto. Tras dos meses de sesión en nuestras distintas comunidades de la Provincia Beato Isidore Bakanja, y las vacaciones en familia, nosotros, los escolásticos, hemos vuelto al Escolasticado Interafricano Emaús, en Kikusa, el domingo, 1 de septiembre de 2019 para el retiro preparatorio a la renovación de nuestros votos temporales. Esto siguiendo el programa trazado por el P. Jean Willy Mupila, rector del escolasticado, en colaboración con los Padres Augustin Mfwankama, párroco, y Victor Badji, director espiritual. Nuestro retiro comenzó el lunes 2 de septiembre y terminó el viernes 6 de septiembre con una comida fraterna. Los escolásticos beneficiarios de este retiro eran: Alfred Kumanzembe, Zacarias Cardoso, Christian Mukuwa, Félix Muko, Gérard Mangala, Paul Ndour, Stéphane Amoikon, Victor Faye. Subrayemos que el Padre espiritual estuvo siempre presente para acompañarnos.
En efecto, sirviéndose del versículo veinte del capítulo 3º del libro del Apocalipsis de San Juan, la Hna Josée subrayó la importancia del retiro en estos términos: “el retiro es un momento en el que Jesús llama a nuestra puerta; si oímos su voz y le abrimos la puerta, él entrará en nuestra casa para cenar, él junto a nosotros y nosotros junto a él. De donde se deduce la invitación no a buscar a Jesús sino a encontrarnos con él, tal como somos, ya que él nos precede y lo prepara todo para nosotros. Como se encontró con los dos discípulos de Emaús en su desánimo y tristeza, él nos encuentra igualmente en nuestro caminar vocacional. A nosotros nos toca expresarle nuestras preocupaciones.
Luego, nos invitó a vivir con autenticidad nuestra relación con Jesús. En el camino de Emaús lo que libra de la tristeza a los dos discípulos es el hecho de expresar a Jesús la verdad de su preocupación: “esperábamos que…” Corazones sin inteligencia, les dice Jesús. Acogiendo este reproche sin murmurar, ellos han descubierto finalmente a Jesús. Por eso la Hermana nos ha exhortado a tener necesidad de un acompañante en nuestro caminar. Como con los dos discípulos, la Palabra de Dios debe provocar en nosotros la sed que conduce a la comunión con Jesús. Así, esta sed de Dios se muestra como una condición para estar en comunión con él, ya que su palabra debe provocar en nosotros el deseo de encontrarlo como a nuestro solo y único valor supremo. Así debemos dejarle sitio, y porque le dejamos sitio debemos vivir en el gozo. El amor de Jesús para con nosotros es la única base de nuestra alegría y el contenido de esta es la paz, el descanso y la invitación a la conversión. Esto debe hacerse gratuitamente porque la gratuidad en sí misma es la característica de Dios. De este modo, es cuando realicemos un acto gratuito cuando nos habremos convertido en la imagen y semejanza de Dios. Por esta razón, la Hermana nos ha propuesto la adhesión a Cristo a través de las bienaventuranzas como medio para actuar de manera gratuita.
La Hermana Josée ha llamado nuestra atención también sobre lo que sigue a continuación: a ejemplo de los discípulos de Emaús, el contenido de nuestro testimonio es Jesús. Por lo tanto, debemos ir en misión como miembros de una misma Congregación abierta a la internacionalidad. Vayamos a anunciar a Cristo crucificado y resucitado, enamorémonos de él. Amando a Cristo no iremos a anunciarle en posición de poder, sino en posición de servicio cuyo objetivo es la unidad en la diversidad. Finalmente, el poder del religioso es pastorear y velar por sus hermanos y no imponer su autoridad sobre el corazón, el cuerpo, el sexo y el pensamiento de aquellos sobre los cuales se ejerce ese poder. Hacer esto nos mantendrá alejados de todas las tendencias de abusos sexuales.
Finalmente, nuestro retiro tuvo como colofón la misa de renovación de nuestros votos anuales, el domingo 8 de septiembre de 2019, en la parroquia Santísimo Sacramento en Binza. Esta celebración fue presidida por el P. Anaclet Bambala, Superior de la Provincia Beato Isidoro Bakanja. En su homilía nos ha exhortado a mantenernos firmes intelectual, espiritual y fraternalmente y confiar en nuestros formadores. También invitó a los feligreses a apoyarnos espiritual y financieramente. Finalmente, tras la misa, fue en la Casa provincial donde compartimos un vino de fraternidad, en torno al Provincial, algunos religiosos veteranos y agregados del Santísimo Sacramento.
de Hermano Alfred Kumanzebe Frays, sss