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Jueves, 07 Marzo 2019 15:29

Promesa de los agregados en la parroquia Espíritu Santo de Mpaka

La Familia Eymardiana ha crecido este sábado, 16 de febrero de 2019 con la promesa de trece agregados del Santísimo Sacramento, de los cuales tres son hombres y diez mujeres. La celebración eucarística fue presidida por el padre Jean-Jacques Nkodia sss, párroco y superior de la comunidad de Pointe Noire. Ha sido él quien, en nombre del Superior regional, ha recibido su compromiso.

Eran las 10:30 cuando, con un tiempo grisáceo, la parroquia del Espíritu Santo vibraba con el ritmo de las melodías de la coral del Santísimo Sacramento. En su exhortación, inspirada en el evangelio de san Juan 6,41-51, el padre Jean-Jacques dijo resumiendo: “Cristo cumplió la voluntad del Padre hasta la cruz. Aceptó sin, condiciones, entregarse a los hombres para que tengan vida y una vida en Dios. Sin embargo, la única condición que nos plantea es que nos amemos unos a otros. Es en esta misma perspectiva que la Eucaristía es esencialmente el sacramento del amor. Por eso el hecho de amarnos unos a otros no es más que una consecuencia puesto que hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios.”

El padre ha querido también aconsejar a los agregados relacionando el texto del día y su compromiso. Expresando que la vida de un agregado debe estar traspasada por la eucaristía, vivir la eucaristía en sus tres dimensiones, es decir, participar en la misa, reservar un tiempo de adoración y ser testigo de la eucaristía en la sociedad. En este sentido, san Pedro Julián Eymard es nuestro modelo por excelencia. Y a continuación pidió a cada uno que ponga en práctica el estado de agregado siguiendo el Proyecto de vida.

Esta promesa comportó también una preparación espiritual. Los nuevos agregados tuvieron un retiro espiritual de tres días en la parroquia San Juan Bautista de Nzassi, una parroquia animada por los sacerdotes diocesanos de Pointe Noire, situada en la frontera Congo/Angola. Lo dirigió el hermano Ephrem Uldaric Mabika sss, religioso en integración pastoral y comunitaria en la comunidad de Pointe Noire. El tema versaba sobre la Eucaristía fuente de nuestra vida, y el hermano Ephrem tomó como textos el texto de la zarza ardiendo (Ex 3, 1-10) y la Samaritana (Jn 4, 1-42); concluyó sus charlas con la pregunta sobre lo que la Eucaristía nos ayuda a vivir. Es decir, la eucaristía es la pascua que se une a nuestra vida, ella constituye la actualización más perfecta de la Iglesia y es la celebración en la que se encuentra condensada todo lo más esencial en la vida de la Iglesia.

Tras la acción de gracias, la responsable de los agregados tomó la palabra para dar las gracias, en primer lugar al Señor, dueño de la vida y autor de las vocaciones, luego al padre Jean-Jacques, por su confianza para con ellos, después al predicador del retiro y, finalmente, a los actores litúrgicos. A continuación, el párroco de la Parroquia Espíritu Santo también dio las gracias a todos los implicados por el éxito de la jornada e invitó a los nuevos agregados a alimentar el fuego eucarístico en todos los rincones del mundo. Con esas palabras concluyó la celebración.

A la salida, los nuevos agregados fueron felicitados por los agregados veteranos y una foto de familia puso el colofón al oficio divino. La comunidad ofreció unas bebidas como signo de fraternidad y de solidaridad entre los miembros de una misma familia.

Recordemos también que por esta misma fecha el padre Jean-Jacques celebraba su cumpleaños. La comida ha unido esas dos festividades y la alegría se difundió entre los muros de la comunidad de Pointe Noire.

Pongamos fin a este relato con san Pedro Julián Eymard y su saludo a la Virgen María, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento: “Alegrémonos. Saludemos el bello día de María, la alegría del cielo, el consuelo de la tierra, el terror del infierno. En fin, he aquí a la mujer fuerte, la verdadera madre de los vivos, la madre predestinada del mesías, de Jesucristo. Ella posee todas las grandezas” (cf. PO 15,1).

¡Que viva por siempre Jesucristo en el Santísimo Sacramento! ¡Que viva y crezca la Familia Eymardiana!


de Hermano Ephrem Mabika, sss