de P. Yves-Max Sagna, sss
“Ya no consigo llamaros ‘Eminencia’…, tengo el sentimiento de llamaros Padre, y perdóneme de tutearle; y espero que desde hoy, tú, padre Patrick D’Rozario, nos consideres como hijos adoptivos. Es por lo que, Padre, me gustaría ofrecerte, simbólicamente, la llave de las puertas de esta iglesia y la llave del sagrario, símbolos de lo más precioso que poseemos: la iglesia y la eucaristía.”
Esas pocas palabras, llenas de una sencilla cordialidad del P. Maurizio Zorzi sss, párroco de la parroquia Mártires Canadienses, reflejan el clima fraterno y gozoso que caracterizó, del 12 al 15 de mayo de 2017, la presencia de Mons. el Cardenal Patrick D’Rozario, csc, arzobispo de Dhaka (Bangladesh). Resumen también el sentido litúrgico y eclesial de su toma de posesión del título de cardenal que el Papa Francisco le concedió el 19 de noviembre de 2016. El acontecimiento tuvo lugar el día de la fiesta de la patrona principal de la parroquia, Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, que recordaba también el 161º aniversario de la fundación de la Congregación de los Religiosos del Santísimo Sacramento, en presencia del P. Eugênio Barbosa Martins, sss, Superior general. Y para no dejar nada al azar, durante esta fiesta comunitaria, el 13 de mayo de 2017, que es también la fiesta de Nuestra Señora de Fátima, era el día del cumpleaños del benjamín de nuestra comunidad, el P. Alex Moreira, sss.
A la vez que subrayaba todas esas coincidencias, el p. Patrick ha insistido en el hecho de sentirse como en su casa en nuestra comunidad religiosa y en la parroquia de la que es ahora el pastor. Ha expresado también de nuevo su profundo agradecimiento al Santo Padre que ha manifestado una afectuosa atención para con el pueblo bengalí, cuyo porcentaje de cristianos, aunque muy incisivo en el tejido social, no representa más que el 0,3% de esta gran nación musulmana, la cuarta del mundo. Recordando el don que Jesús hace de sí mismo en cada Eucaristía, el p. Patrick nos confió que él había a menudo dicho a sus conciudadanos de otras religiones “les amo”, viendo en cada uno de ellos el rostro y el cuerpo de Cristo. Así esta pequeñísima comunidad cristiana vive profundamente como luz y sal en la tierra bengalí, a través del testimonio de vida evangélica y la caridad operando en los campos de la educación, de la sanidad, de la promoción del ser humano.
Muchos otros retos, como el problema ecológico provocado por las inundaciones y puesto en evidencia en la encíclica Laudato sii, y otras cuestiones, ajenas a la cultura local pacífica, tales como el fenómeno del terrorismo, son afrontadas juntos. Y, en lugar de debilitar la vida común intercultural e interreligiosa, han abierto vías de diálogo y de búsqueda en común entre los responsables religiosos, con la ayuda de las autoridades políticas bengalíes. En una palabra, hemos vivido unos momentos hermosos, de gran intensidad, con la presencia del padre Patrick D’Rozario entre nosotros, y el camino emprendido juntos deja entrever un futuro prometedor. ¡Gracias a ti, padre-cardenal Patrick D’Rozario, csc, por haber señalado con gran sencillez estos días de recuerdos memorables en el calendario de este año pastoral!