di Sra. Daniela Baggi

Del 30 de julio al 6 de agosto de 2017, en Coatbridge, cerca de Glasgow, en el Instituto Comforti (centro para el "diálogo europeo" para jóvenes de los Misioneros Javerianos) celebramos el 32° Eurocampo, gracias a la preciosa colaboración y el entusiasmo de Maria Novani, de Mishal y de algunos chicos escoceses. Aunque había presencia de italianos, franceses, españoles y alemanes, la mayoría de los participantes venían del lugar; también había un sacerdote y dos animadores adultos de Pakistán que, después de haber oído hablar del Eurocampo a Mishal, quisieron vivir esta experiencia para llevarla a sus parroquias. Con su presencia alegre y serena nos ayudaron a cuestionarnos y a comprender mejor la dificultad de los cristianos que, viviendo en países mayoritariamente islámicos, son sometidos a violencia, tortura, cautiverio y ataques terroristas para que abandonen su fe y se conviertan al Islam.

También este año los dos primeros días del campo los dedicamos a conocernos y a hacer balance de la situación personal y del recorrido de fe de cada uno. En la homilía de la misa inicial, el lunes 31 de julio, el p. Maurizio, refiriéndose a las lecturas del día, señaló que "el Eurocampo es una oportunidad – entre muchas – de verificar los pensamientos y deseos de nuestros corazones. Siempre ha sido una experiencia que nos invita a mirar dentro de nosotros mismos, a leer nuestras vidas a la luz de la Eucaristía, para volver a la vida cotidiana transformados por el poder del Amor de Dios que se manifiesta en la Eucaristía ... Al otro lado del espejo encontramos el grano de mostaza y la pizca de levadura como ‘lógica’ de vida que abre un futuro inesperado ...”.

Durante el día del desierto, el martes, estuvimos en Carfin Grotto, uno de los más importantes santuarios marianos británicos en la diócesis de Motherwell, al oeste de Escocia; por la tarde rezamos un rosario meditado para conocer mejor a María, una chica joven que, como nos dicen los Evangelios, tenía claro su proyecto de vida pero estuvo dispuesta a cambiarlo para responder a la invitación de Dios a ser madre de Jesús. A ella le pedimos que nos acompañara a descubrir nuestra identidad y a tener el valor de hacer los cambios que el Señor sugiere.

El miércoles 2 de agosto visitamos Glasgow y por la tarde, celebramos con la comunidad sacramentina allí presente la memoria de San Pedro Julián Eymard, con la misa concelebrada por todos los padres y animada por los jóvenes del Eurocampo, seguida de una sencilla cena organizada en la parroquia.

El jueves fue dedicado enteramente a la celebración de la Eucaristía para ayudarnos a entender que toda nuestra vida, todo lo que somos y vivimos, puede ser Eucaristía. Recordando las palabras de Jesús en la última cena "he deseado ardientemente comer esta Pascua con vosotros", fuimos invitados a vivir cada momento como una respuesta al "ardiente deseo de Jesús" de dejarnos llenar nuestras vidas de amor.

"Identidad reconciliada" fue el tema del viernes en el que, después de haber recordado que en el bautismo recibimos la identidad cristiana, nos detuvimos para reflexionar sobre el sacramento de la reconciliación, como una herramienta/lugar para encontrarnos con el Padre, para recibir su perdón y así recuperar nuestra identidad. Por la tarde recorrimos el "Camino de la reconciliación": una meditación para acoger el amor incondicional de Dios que no toma en cuenta nuestros pecados y "nos perdona, no por olvidadizo, como alguien que olvida el mal, como si no hubiera sucedido y no se ofende, sino como un creador, dilatando el corazón, haciéndolo espacioso, encendiéndolo" (E. Ronchi). Desde las 21:00 horas nos alternamos en la oración de adoración eucarística, concluyéndola a las 00:30 horas todos juntos. Queríamos estar en la presencia de Jesús para apreciar lo vivido, darle las gracias y prepararnos para el último día del Eurocampo.

La reflexión del sábado fue introducida por la lectura de un pasaje del libro "Jade y los misterios de la vida" de F. Garagnon. Partiendo de los "pilares" de la filosofía de vida de la pequeña Jade (Carpe Diem, Aleluya, Eureka y el Espíritu de Asombro) fuimos invitados a reflexionar sobre nuestras filosofías de vida, nuestros proyectos y la imagen de nosotros mismos que deseamos.

En la homilía de la Misa final el p. Milos, recordando el Evangelio (Mt 17, 1-9), nos invitó a acoger "ese ‘escuchadlo’ por Dios como una invitación a abrazar con fuerza sus palabras, su forma de vida, para dejarle dar forma a nuestra identidad. Frente a la tentación de pararse en la montaña a montar las tiendas para descansar en las experiencias hermosas y emocionantes, Jesús comienza primero a descender. Y de la misma manera nos precede, después de este campo, que en algunos aspectos parecía un poco la experiencia en l amontaña ... Siempre estará ahí, un paso adelante, en nuestra vida diaria, en los encuentros que vivamos, en las pruebas que tengamos que superar ... y sabiendo reconocerlo allí, en los rostros y en los acontecimientos de nuestro mañana, podremos tener la fuerza y la alegría que, en la montaña, hemos experimentado.”

Volviendo a casa, enriquecidos por esta hermosa experiencia, podemos dedicarnos mejor, con más luz/fuerza/valor/generosidad a la construcción del Reino. Más allá del espejo hemos redescubierto la novedad de nosotros mismos y reanudamos el camino – como el pueblo en el desierto – para llegar a esa tierra prometida que es la historia recreada y renovada por el Evangelio de Jesús y por la Eucaristía, pan de los pobres, apoyo de los débiles, fuerza de los que están en camino.

Ya tenemos nuestro pensamiento en el próximo Eurocampo, del 29 de julio al 5 de agosto de 2018, en Bélgica, en Thy-le-Chateau. ¡Hasta pronto!