de la Comunidad SSS de Dublín
Nuestra comunidad, aquí en la Capilla del Santísimo Sacramento en Dublín, acaba de concluir una semana de celebración y de hospitalidad. Fue con ocasión del Encuentro Mundial de Familias que tuvo lugar en Dublín del 22 al 25 de agosto de 2018.
Los organizadores del Encuentro Mundial de las Familias aquí en Irlanda cursaron una demanda a las Familias de Acogida para recibir a delegados de otros países que desearan asistir. Nuestra Comunidad ofertó sus instalaciones y un grupo de Peregrinos de Zimbabue fueron acogidos y se alojaron aquí durante los días del Encuentro. Tenerlos en medio de nosotros nos familiarizó con el concepto de la universalidad de la Iglesia y con el sentimiento enriquecido de ser miembros de la familia de Dios, hermanos y hermanas entre nosotros, más allá de las fronteras internacionales y continentales.
Además de poner los servicios de nuestra casa a disposición de estos invitados, nuestra capilla fue también elegida como Centro Espiritual para los Delegados Filipinos al Encuentro. Como consecuencia de este servicio tuvimos el privilegio de tener la Misa celebrada aquí por su Eminencia Luis Antonio, Cardenal Tagle, Arzobispo de Manila. Nuestra capilla estaba abarrotada para esta Misa y el Cardenal Tagle y los delegados se unieron a nuestra comunidad para tomar unos refrescos. Fue estupendo tener al Cardenal Tagle y a los demás delegados entre nosotros durante la velada y nuestra comunidad se sintió muy estimulada por la experiencia.
La presencia de Su Santidad el Papa Francisco aquí en Dublín durante los dos últimos días del Encuentro Mundial de las Familias ha enardecido el corazón del pueblo que acudió numeroso a verle en los diversos lugares que visitó y a asistir a su Misa en el Phoenix Park. A pesar de los retos del agresivo secularismo ateo, el pueblo irlandés ha permanecido fiel a su Fe y ha sido muy confirmado en ella por los eventos que rodearon el Encuentro de las Familias. Nos alegramos por haber podido desempeñar nuestra contribución en las ceremonias y de habernos enriquecido con la presencia de nuestros invitados y visitantes.
