Lunes, 18 Septiembre 2017 10:19

En los caminos de reconciliación y de paz

de Sra Amélie Bonthoux

El 29 de julio de 2017, 27 caminantes se pusieron en marcha tras las huellas de Pedro Julián Eymard, que a la edad de 9 años, va a Villard Saint Christophe para prepararse a recibir el sacramento de la confesión.

Que Nuestro Señor la conserve, la dirija siempre en la paz y la entrega de su amor.” (CO 169).

¡Oh, la admirable invención del amor de dios, el Padre que reconcilia continuamente al mundo en Jesucristo en la cruz y en el altar!” (PG 148,5).

marche 1

Nuestra jornada de intercambio y de oración comenzó junto a las Tres Cruces en La Mure. Todos los años se propone una marcha a los amigos del P. Eymard. Ella permite, a los feligreses y a todos los que lo deseen, vivir un momento de recogimiento y de intercambio. La primera parte del camino transcurrió en silencio, con un amanecer extraordinario sobre las montañas y los campos que nos rodeaban: una manera de recordar la inmensidad y la belleza de la obra de Dios. Nuestro trayecto, que nos condujo a Villard Saint Christophe, estaba escalonado por tiempos de descanso y de oración. El equipo logístico, compuesto por 4 personas, nos esperaba entonces para que pudiéramos atravesar los caminos con toda seguridad y reabastecernos y deshacernos de nuestras mochilas para descansar. Los momentos de oración y cantos sobre el tema de la paz y de la reconciliación han representado el hilo conductor de esta jornada.

Una celebración en la iglesia de Villard Saint Christophe puso el colofón a nuestra mañana y a nuestro periplo de 11 km. Nos esperaban los feligreses del pueblo que compartieron con nosotros la misa y la comida. En su homilía, el Padre Manuel Barbiero nos recordó que como Marta y su hermana, nadie es mejor que el otro. Cada peregrino está ahí con sus diferencias. Se nos recuerda que “recorrer los caminos de la reconciliación y de la paz” es caminar juntos: Nosotros, Dios y los demás. Luego hemos compartido la comida y nos hemos puesto en marcha con dirección a La Mure, por otro camino de 11 km, en todo momento acompasado con tiempos de oración.

La jornada concluyó con una oración en la Capilla del P. Eymard. Cada uno pudo terminar la peregrinación a su ritmo, gracias a una buena cohesión de grupo, y expresarse sobre lo que ha sentido durante la marcha: “Muy feliz”, “espíritu fraterno”, “una ayuda para seguir”, “un recurso y un tiempo de renovación”. Esta marcha ha supuesto una manera de rezar juntos y un momento de superación de uno mismo.

Gran agradecimiento por la confección de folleto, apoyo de nuestras oraciones, por la preciosa presencia del equipo logístico; finalmente gran reconocimiento a los organizadores y acompañantes por ese hermoso momento de intercambio.

 

Modificado por última vez en Lunes, 18 Septiembre 2017 10:26