Por el P. Joseph Matitu, sss
BSVC Y LA PARROQUIA DE LA JUVENTUD
En su homilía al final de los tres días de la Convención del Club de Vocaciones del Santísimo Sacramento y de la Parroquia de la Juventud SSS, el P. Provincial habló de la importancia de los participantes como posibles sucesores en la misión de los SSS para “responder a las ansias de la familia humana frente a las riquezas del amor de Dios manifestadas en la Eucaristía”. Dijo: “Uno de los puntos culminantes de la celebración, a lo largo del año de celebración del 60º aniversario de la Fundación de los Sacramentinos en las Filipinas es la Convención de la Vocación. Esto es así por la razón obvia de que la Congregación en Filipinas aún desea existir incluso tras 60 años, y no solamente por otros 60 sino por tantos como Dios quiera que dure”. Así el acento debe ponerse en la vocación de los jóvenes que, si se les ofrece la oportunidad de conocer el carisma, la espiritualidad y la misión de los SSS, podrían plantearse entrar y formar parte de la congregación.
Este exitoso encuentro de los miembros del Club Vocacional del Santísimo Sacramento y de la Parroquia de la Juventud SSS, para suscitar y promover la vocación, tuvo lugar en la casa Provincial de la Congregación en Quezon City, los 12-14 de mayo. El tema de la Convención fue “No estáis solos en este Viaje” que fue incluso convertido en canción por uno de los miembros del BSVC. La canción fue presentada como la canción temática del Club de Vocaciones del Santísimo Sacramento a nivel nacional.
Los 64 delegados empezaron a llegar por la tarde el día 11 de mayo (jueves); así, durante la oración de la tarde, los participantes estaban casi al competo. Tras la cena, los delegados disfrutaron compartiendo con sus colegas delegados en el campo de volleyball. Durante esa velada, los participantes fueron recibidos oficialmente y se les dieron las orientaciones necesarias. Luego se retiraron para descansar, después de un largo y agotador viaje, y para estar en forma para la tarea de los tres días.
Esos tres días de reunión pretendían promover la vocación, en general, y la Vida Religiosa, tal como es vivida y testimoniada por los Sacramentinos, en particular. La Parroquia de los jóvenes SSS, que aún no forma parte del BSVC, fue invitada a discernir la llamada de Dios para ellos en compañía de otros aspirantes y de los que están activamente comprometidos en la ayuda a las vocaciones en sus respectivas parroquias.
El programa fue diseñado de tal manera que la oración, que constituye un aspecto muy importante de la vida SSS, estuviera presente y enfatizada. A través del horario con la eucaristía diaria, la adoración del Santísimo Sacramento, las oraciones de la mañana y de la tarde, la bendición solemne y las devociones marianas, se esperaba que los participantes se dieran cuenta de que el verdadero núcleo de la vida de comunidad y el primer apostolado de los SSS es la Oración.
Las charlas y aportaciones fueron también resaltadas para conseguir que los participantes profundizaran en su conocimiento de la Congregación del Santísimo Sacramento y del Club de vocaciones del Santísimo Sacramento. El Padre Allen Peña (Asistente del Director del Escolasticado) trató sobre “Eucaristía y Vocación”, mientras el P. Vergel Dalangin (Maestro de Novicios) lo hizo sobre “BSVC Historia y Vida”,
En la reunión hubo también mucha interacción, especialmente durante la Noche de la fogata (12 de mayo) y la Noche Cultural (13 de mayo). Esos momentos brindaron a los participantes la oportunidad de poner en común sus talentos personales en la canción, la interpretación musical, la danza y la interpretación. Pero la manera más organizada de interactuar fue la sesión de “Conociéndonos” y la Hora de Emaús (compartir en grupos pequeños). En estas actividades, los delegados fueron retados a compartir algunos episodios sobre ellos mismos con otros participantes que acababan de conocer.
Durante el tercero y último día, se les entregó una camiseta como souvenir que llevaron puesta para la celebración de la Misa en la Iglesia de santa Cruz. Luego, de vuelta a la casa Provincial, pusieron fin a los tres días de convivencia que se prolongó en amistad, compañerismo y un sentido más profundo de la fe y de ser iglesia. De este modo, todos regresaron con ¡CORAZONES ARDIENTES!
