Viernes, 27 Octubre 2017 19:01

Encuentro vocacional Cenáculo San Benito

de P. Armindo Magalhaes Duque, sss

 

En este mes de agosto vocacional, hemos continuado con la programación de los encuentros del SAV Regional I, con el tema: “La vocación eucarística del P. Eymard”.

Hemos iniciado la mañana tomando juntos un café y hemos compartido los momentos vividos desde la última reunión. Luego, tuvimos un momento de oración y nos acogieron en una sala donde habían preparado unos símbolos que nos invitaban a reflexionar sobre el tema del día: una imagen del P. Eymard, un ejemplar de la Regla de Vida y del Proyecto de Vida, una imagen de Cristo a la mesa en el momento de partir el pan con los discípulos de Emaús.

EncontroVocacional SaoBenedito1La lectura fue dirigida por nuestra laica SSS, Epiane Evangelista, que subrayó con brillantez la importancia de profundizar en nuestro conocimiento de la vida y la obra de nuestro fundador, San Pedro Julián Eymard, mientras llevamos a cabo el discernimiento de nuestros jóvenes, con el fin de que maduren en su amor por la Eucaristía.

El P. Eymard, dotado de resistencia desde su tierna infancia y su juventud, no había renunciado al sueño de ser sacerdote, de estudiar y de consagrarse a la oración. Como religioso marista, le entusiasmaba la dedicación de Nuestra Señora a Jesús, nuestro Salvador. Su austeridad y su oración han mostrado su fe ardiente y su amor por la Eucaristía. Nunca abandonó su fervor pastoral y renovó la alabanza eucarística, el corazón de la Iglesia.

Sin embargo, su proyecto era más profundo y reclutó a jóvenes con el propósito de hacer del amor a la Santa Comunión una Orden. En 1856, recibió la respuesta a su obsesión: el permiso de crear la Congregación del Santísimo Sacramento, centrada en la adoración, que por medio de la Celebración conduce a los fieles a la comunión constante, una idea nueva para la época.

La importancia de la comprensión de la vida de nuestro fundador implica igualmente descubrir su gran amor por María, cultivado desde su infancia, y que le condujo, el 1 de mayo de 1868, a proponer rendirle honor con el título de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, indicando así la relación entre María, la Iglesia y la Eucaristía.

Tras ese momento dinámico de reflexión, hemos pasado a abordar los informes de la jornada y, a continuación, hemos compartido una comida fraterna con los jóvenes, los laicos y los religiosos de la casa.